El martilleo de una placa metálica es una técnica sencilla para añadir textura a un metal, ya sea latón, cobre, aluminio o plata... Basta con golpear una placa metálica con un martillo para añadirle relieve o alisarla.
Para conseguir un buen martilleo, el material es importante. No puedes usar cualquier martillo y arriesgarte a dañar tu pieza.
Ten cuidado con la forma de sujetar el martillo. Para evitar lesiones, sujete el martillo con toda la mano (sin poner el dedo índice a lo largo del mango) y coloque la mano en el extremo del mango para tener más fuerza y un mejor brazo de palanca.
En este vídeo, Lucie te muestra la forma correcta de trabajar el metal. Ya verás, es fácil: sólo tienes que cogerle el tranquillo. Pero ten cuidado con los dedos.
Si quieres trabajar con el metal después de martillarlo, tendrás que recocerlo para que recupere su maleabilidad.
Si tienes un martillo con puntas intercambiables, elige la punta que quieras utilizar según el efecto de textura que quieras dejar en el metal. Atorníllelo firmemente en el martillo.
Coloque su placa metálica en el bloque de roscado. Puedes poner un trozo de cuero bajo el bloque de golpeo para amortiguar las vibraciones.
Sujeta la placa con el dedo y golpea el metal. No te pongas tenso. El gesto debe ser firme y preciso, no debes golpear como un bruto.
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Perles & Co société Internet & E-Commerce [02/06/2021]
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