3 consejos para limpiar y mantener las joyas de nácar

¿Cómo limpiar las joyas de nácar?

Recordatorio: el nácar es el revestimiento interior de algunas conchas. Aunque nos encanta su color tornasolado en nuestra bisutería, es muy frágil y sensible. Por eso es importante evitar ciertas situaciones, como sumergirlo en agua durante mucho tiempo o exponerlo a altas temperaturas. También hay que tener cuidado con los cosméticos, perfumes y productos de limpieza, que podrían dañar el nácar.
También es aconsejable no utilizar productos abrasivos ni cepillos de dientes duros para limpiarlo.

Lo ideal es guardarlo en un estuche, separado de otras joyas, para evitar golpes y arañazos.

1. Limpiar el nácar con un paño suave

En primer lugar, utilice un paño suave y ligeramente húmedo (no debe estar empapado, pero tampoco debe ser demasiado áspero) y limpie suavemente la superficie del nácar.
Si esto no es suficiente, existen otras soluciones sencillas y eficaces para limpiarlos y devolverles su brillo.

2. limpiar el nácar con agua jabonosa

Limpia tus joyas de nácar con una solución de agua tibia y una gota de jabón negro o jabón de Marsella. Aclárelas bien con agua limpia y séquelas con un paño suave.
Si el nácar está especialmente manchado, puede utilizar un cepillo de dientes suave. Ten cuidado, tendrás que frotar la superficie de tu pieza muy suavemente sin presionar.

3. Restaurar el brillo del nácar

Para dar un nuevo brillo a tus joyas de nácar, nada mejor que unas gotas de aceite vegetal o de almendras dulces. Basta con poner un poco de aceite en un paño suave y limpio. A continuación, frota suavemente las joyas. Con cuidado para no arañar ni dañar el nácar. Por último, utilice otro paño suave y limpio para eliminar el exceso de aceite.
Tenga cuidado de dosificar el aceite correctamente: unas gotas son suficientes. Demasiado aceite puede dejar marcas en el nácar.